El preámbulo de la guerra total
América alineada contra las drogas
La Estrategia Nacional contra la Violencia
El manejo encubierto de las redes de inteligencia y sus vínculos con paramilitares
La norma que rigió las redes de inteligencia
La Red de Inteligencia 07 de la Armada
Red de inteligencia de la Brigada XI del Ejército
Perseguidos por Pablo Escobar - Los Pepes
Escobar se fuga de La Catedral tras asesinar a dos de sus socios
Bloque de búsqueda
La red se fortalece
El Cartel de Cali tenía su propia agenda
Alianzas con <<el diablo>>
Fidel Castaño participa activamente
Las autodefensas del Magdalena Medio se benefician
El Gobierno se desmarca de los Pepes
Las relaciones con los Pepes <<llegaron demasiado lejos>>
La caída de Pablo Escobar
Nacen las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU)
La llamada retoma de Urabá
Vocación de dominio sobre el territorio
La fallida desmovilización del Ejército Popular de Liberación (EPL) y la guerra en Urabá
Las ACCU y la industria bananera
Tres grandes decisiones
En la Octava Conferencia se tomó la decisión, en primer lugar, de conformar un ejército revolucionario capaz de perpetrar golpes militares con alto valor estratégico y en lo posible transitar de una guerra de guerrillas a una guerra de posiciones, de defensa de territorios. En segundo lugar, urbanizar el conflicto, lo que implicaba rodear a las principales ciudades y desarrollar trabajo clandestino en ellas, particularmente con milicias. En tercer lugar, crear el Partido Comunista Colombiano Clandestino (PC3) y el Movimiento Bolivariano.
El Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia (MBCN) se diseñó en el pleno del Estado Mayor Central del 18 de noviembre de 1997 “Abriendo Caminos Hacia la Nueva Colombia” como el movimiento político de carácter clandestino que permitiría a las FARC - EP participar de la dinámica electoral una vez se vincularan a la vida civil como resultado de un acuerdo de paz. El lanzamiento público de este movimiento se realizó el 29 de abril del año 2000 en San Vicente del Caguán.
Crece el pie de fuerza
Se definió que cada uno de los frentes debía crecer hasta conformar una fuerza de 300 combatientes. El 50% debía ubicarse en la cordillera oriental, rumbo a Bogotá, y el otro 50% en el resto del país, paralizando las carreteras. Bloquear la economía, tomar la iniciativa militar y buscar el respaldo popular era el camino definido para transitar hacia la toma del poder o, en su defecto, obligar al Gobierno a una salida política favorable a los insurgentes.
Se crearon columnas móviles, estructuras especializadas en el combate que emulaban a las brigadas y batallones móviles del Ejército y se organizaron en bloques que se suponen a las divisiones de las Fuerzas Militares. Cada uno de ellos estaba liderado por un miembro del secretariado. Así mismo, la creación de milicias bolivarianas buscaba crear sus propias redes de información e inteligencia y, al igual que las redes militares y paramilitares, estas asesinaban en operaciones de pistoleros a quienes consideraban sospechosos de trabajar con el Estado o potenciales enemigos.
Crédito de la imagen: Fotograma tomado del documental: ¿Por qué nos arrebató a nuestros hijos? La pregunta de mujeres de Argelia a Elda Mosquera "Karina". En 2021 la Comisión de la Verdad adelantó un proceso para el reconocimiento de responsabilidades de Elda Neyis Mosquera, conocida en las antiguas FARC-EP con el alias “Karina”, ante madres de Argelia, Antioquia, víctimas del reclutamiento y desaparición de sus hijos. Este proceso privado, que tardó cinco meses, quedó plasmado en el documental “¿Por qué nos arrebató a nuestros hijos? La pregunta de las mujeres de Argelia a Elda Mosquera, alias ‘Karina’”. Comisión de la Verdad, 2021.
Finanzas y el Secuestro
Una decisión trascendental de la Octava Conferencia, consistía que cada frente y bloque debía buscar sus propias fuentes de financiación. Incentivaron las inversiones en minería, especialmente en la compraventa de oro, ganado y café. Buscaron mejorar las relaciones con campesinos, ganaderos, agricultores, caficultores y comerciantes «para conseguir el aporte voluntario y amistoso» de aliados estratégicos del campo y la ciudad. Estas cuotas dispararon el secuestro y la extorsión en las regiones, y convirtieron a las clases medias y sectores más pobres en víctimas recurrentes de las guerrillas. Para 1993 el Gobierno estimaba que las FARC-EP tenían ingresos por 93.278 millones de pesos, de los cuales por lo menos la tercera parte era de gramaje, seguida de la producción de oro y el secuestro.
Secuestro
El secuestro pasó de ser la primera fuente de financiación de las guerrillas a convertirse en un arma política para presionar la negociación o para obtener ventajas estratégicas en la guerra. Para 1993 la tendencia volvería a ser ascendente, más extendida e indiscriminada, y sería uno de los mayores ejemplos de inhumanidad y degradación del conflicto, así como uno de los asuntos que más dividiría a la sociedad políticamente. En 1993 se registraron 170 víctimas de secuestro por parte de las FARC-EP y en 2003 fueron 2.005. El pico más alto ocurrió entre los años 1999 y 2003 en los que se registraron 10.423 víctimas de secuestro por parte de las FARC-EP. La Comisión de la Verdad encontró que durante el conflicto armado interno se presentaron 53.417 víctimas de secuestro, pero esta es una cifra que sigue creciendo dado que grupos como el ELN mantienen esa práctica.
Crédito de la imagen: Ferry, Stephen, 2001, Sin código, Guerrilleros observan la ceremonia en la que las Farc liberaron 242 prisioneros de guerra del ejército.
Reclutamiento
Tras la Octava Conferencia se disparó el reclutamiento de menores, lo que constituye uno de los más graves crímenes de guerra atribuidos a esta guerrilla. Si bien es cierto que durante los primeros años de este salto estratégico la guerrilla pudo reclutar a muchos adolescentes, especialmente en regiones productoras de coca y sin oportunidades, a medida que la guerra se hizo más intensa fue incorporando más menores y usando métodos de constreñimiento e intimidación contra ellos y sus familiares.
La Comisión de la Verdad tiene registro de 17.045 menores de 18 años que fueron víctimas de reclutamiento entre 1964 y 2019 . De estos, 7.106 tenían menos de 15 años y la tercera parte de los reclutamientos ocurrieron entre 1998 y 2002 . Las FARC-EP aparecen como el grupo con el mayor número de casos.
Cubiertas las necesidades de dinero y hombres y mujeres para la guerra, las FARC-EP lanzaron su ofensiva.
Crédito de la imagen: Fotograma tomado del corto documental: Reclutamiento ilícito: cambiar las armas por educación, En el corregimiento de Gaitania, sur del departamento de Tolima, vive Jaqueline. Ella recuerda a sus cinco hermanos que fueron reclutados por la guerrilla durante el conflicto en esta zona y ruega porque algún día pueda tener información de su paradero. Mientras tanto docentes de la zona nos guían por algunas de las veredas, allí se dedican a mostrarles a sus estudiantes las oportunidades que se abren con el estudio, la disciplina y la constancia. La Comisión de la Verdad presenta este corto documental en el marco del Día Internacional contra el Reclutamiento Ilícito de Niños, Niñas y Adolescentes. Comisión de la Verdad, 2021.
Las FARC se fortalecen
Tres grandes decisiones, más el reclutamiento de menores y el secuestro a gran escala
Las Convivir
Virgilio Barco había prohibido las autodefensas
Las Convivir como respuesta a la expansión guerrillera
Los ganaderos apoyan las Convivir
Grupos armados se registran bajo la figura de las Convivir
Convivir, base para el surgimiento de las AUC.
El uso de armas por parte de las Convivir
“Estamos exportando violencia”
La disputa por el territorio
Escalada militar y expansión de todos los actores armados
La ofensiva de las FARC-EP
La campaña de sabotaje del ELN
La disputa territorial de los Paramilitares
Antecedente: la masacre de Pichilín
La expansión de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) había comenzado, por lo menos en el Caribe y en particular en Sucre, donde un grupo de narcotraficantes, ganaderos y políticos le habían pedido a Salvatore Mancuso la creación de un bloque paramilitar en la región. El 4 de diciembre de 1996, el grupo arremetió contra un pequeño caserío en la zona rural de Morroa, en los Montes de María. El propósito era masacrar, expulsar y aterrorizar a los pobladores de Pichilín, un pequeño caserío que las guerrillas habían tomado como su centro de abastecimiento y de cobro de extorsiones y secuestros. Las armas y los hombres que cometieron la matanza pertenecían a dos Convivir: la Nuevo Horizonte y la Nuevo Amanecer. Esta era la primera parada en una correría de sangre que se había planeado desde Córdoba, con el plan de expandir el proyecto de las ACCU a todo el país.
Se ofrece recompensa por Carlos Castaño
El 11 de diciembre de 1996, una semana después de la masacre de Pichilín, el ministro de Defensa Juan Carlos Esguerra ofreció una recompensa de mil millones de pesos por la captura de Carlos Castaño. El vínculo de algunas Convivir con los paramilitares también había encendido las alarmas, por lo que los hermanos Castaño pensaron en construir una especie de ejército irregular que le disputara a la guerrilla los territorios con una estrategia de terror basada en las masacres, los asesinatos, la desaparición y la expulsión de la población civil.
Crédito de la imagen: García, Jaime, 2002, Carlos Castaño, El Tiempo. Todos los derechos reservados. Copyright. CASA EDITORIAL EL TIEMPO S.A. Autor Jaime García.
Nacen las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)
El 18 de abril de 1997 Vicente y Carlos Castaño convocaron a los comandantes de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá, Autodefensas de Ramón Isaza y Autodefensas de los Llanos Orientales a una conferencia que tenía el objetivo de unificar política y militarmente estas estructuras bajo el nombre de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En una segunda conferencia, llevada a cabo entre el 16 y el 18 de mayo de 1998 en la finca La 24 o Tulapa (Urabá), se adhirieron formalmente otras tres organizaciones: las Autodefensas de Santander y el Sur del Cesar (Ausac), las Autodefensas Campesinas del Casanare y las Autodefensas de Cundinamarca. En esta conferencia las AUC adoptaron los estatutos de las ACCU. Posteriormente, en el año 2000 surgió́ el llamado Bloque Central Bolívar (BCB), bajo el mando de Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y con la participación de Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez, estas facciones paramilitares ejercieron dominio armado en el Bajo Cauca y en el Nordeste antioqueño y, posteriormente, incursionaron a distintos departamentos del centro y sur del país (Nariño, Caquetá, Eje Cafetero, entre otros).
En un principio, las AUC transitaron un periodo de expansión y diseminación para posteriormente abogar por reconocimiento político en el marco del conflicto a través de una narrativa según la cual el Ejército no tenía los recursos ni la capacidad para librar una guerra irregular y que la manera de derrotar a la guerrilla sería oponerle un ejército irregular, que centrara la disputa en el territorio y la población. Para entonces las FARC-EP estaban en plena ejecución de su plan estratégico, atacando bases militares como Las Delicias, mientras comenzaban los secuestros masivos en las carreteras y los ataques a pueblos con cilindros de gas rellenos de dinamita.
Crédito de la imagen: Abad Colorado, Jesús, 2004, Sin código, Bloque Catatumbo de las AUC, Tibú, Norte de Santander.
Empieza la expansión de las AUC
El cerebro de la expansión de las autodefensas fue Vicente Castaño, quien tenía una lógica guiada por intereses económicos: los de los narcotraficantes, que financiaron a las AUC para garantizar la «protección» violenta de sus negocios. El mapa de la expansión era la de los cultivos y las rutas de salida de la cocaína. Con la masacre de Mapiripán (1997) ingresaron al sur del país, donde estaban los cultivos; con la del Naya (2001) ingresaron al Pacífico, donde estaban los puertos. Como parte de esta lógica también estaba la protección de intereses económicos de otros sectores como ciertas agroindustrias y enclaves minero-energéticos, especialmente de petróleo y carbón. Otro elemento que hacía parte de la estrategia expansiva consistía en construir enclaves políticos.
Las AUC y la fuerza pública
La ejecución de las masacres paramilitares tuvo como rasgo en distintos casos la connivencia, complicidad o aquiescencia de estamentos militares o de Policía, el uso de guías que habían sido parte de grupos guerrilleros y la participación de ex miembros de la Fuerza Pública en sus filas. Un informe de la CIA advertía en 1998 que: «(...) algunos oficiales militares de alto rango -que ya desconfían del proceso de paz [que comenzará en los próximos meses con entre el gobierno y las FARC] y se sienten frustrados por el pésimo desempeño de los militares en el campo de batalla- pueden considerar cada vez más que hacer la vista gorda -y tal vez incluso ofrecer apoyo tácito- a los paramilitares es su mejor opción para contraatacar a la guerrilla (...) los vínculos de información y los casos de coordinación activa entre las fuerzas armadas y los paramilitares probablemente continuarán y tal vez aumentarán» (Cable desclasificado, Intelligence Report, Central Intelligence Agency (CIA), «Colombia: Paramilitaries Assuming a Higher Profile», 31 de agosto de 1998, Colombia Documentation Project NSA).
Crédito de la imagen: Abad Colorado, Jesús, 2004, Integrantes del Bloque Norte de las AUC a su llegada a la zona de Tierralta, Córdoba.