La masacre de Bahía Portete, cometida por paramilitares con apoyo del Ejército en abril del 2004, continúa en la impunidad.
La comunidad conformada por familias del clan Uriana y el clan Epinayú del pueblo Wayúu aún se pregunta por qué se dio esta masacre, en la que se hubo casos de tortura, violencia sexual y desplazamiento.
Para los wayúu, los problemas de los arijuna (no indígenas) se trasladaron a La Guajira por el narcotráfico, que inició con la bonanza marimbera en los años 70, generando daños y violencias contra el pueblo.