Los indígenas del departamento del Chocó han sido víctimas del desplazamiento forzado; uno de los casos donde han ocurrido múltiples desplazamientos es el del Resguardo Tahami, en el Alto Andágueda, ocasionados por el asedio de grandes empresas mineras, grupos narcotraficantes y actores armados, quienes actúan con intimidaciones, amenazas, masacres, despojo, desplazamiento y que se intensifican en los lugares de llegada, sometiéndolos a la mendicidad, la trata de personas, violencia sexual, entre otras.
El flagelo del desplazamiento en ciudades como Bogotá deja ver la situación de las mujeres que sufren racismo, discriminación, exclusión, violación a sus derechos humanos, incluso de parte de las instituciones del Estado que los revictimizan. Una mujer del pueblo Embera Katío narra una situación de violencia sexual y de la afectación directa sobre su cuerpo que vivió en su territorio por parte de actores armados que bajo engaños, abusando de su desconocimiento del idioma castellano y su minoría de edad las acceden carnalmente, las embarazan y las amenazan de muerte para que no relaten lo sucedido.