Las mujeres indígenas de los pueblos Tikuna, Wounann, Wiwa, Nasa y Embera narran las afectaciones y daños que han sufrido por causa de la guerra en sus espacios de vida; han sido reclutadas con engaños siendo niñas y al interior de las filas sufrieron violencia sexual y embarazo forzados, crianza obligada, causándoles daños culturales, familiares y espirituales, alejándolas de sus procesos de formación propia como los cantos, la danza, el idioma, el conocimiento de las abuelas. En sus territorios se han visto obligadas a cambiar sus dinámicas culturales, por ejemplo, cubrir sus pechos desnudos, usar blusas, han sufrido afectaciones sin sus hijos, sin sus esposos, en una búsqueda permanente por sus desaparecidos.
Sus territorios han sido trasgredidos, se han limitados la formación de sagas, mujeres portadoras de la medicina, se contaminaron sus territorios con fungicidas, se alteraron las dinámicas económicas imponiendo nuevas necesidades y problemas sociales que terminan en desarmonías como en el suicidio.