La expansión territorial de los actores armados durante la década de los ochenta, aumentó la violencia contra la población civil. En estos años se registraron alrededor de 102 masacres de las cuales: 81 fueron responsabilidad de los paramilitares y/o de la fuerza pública, 13 de grupos guerrilleros y 8 de grupos no identificados. Según los datos del CNMH durante el periodo de 1982 a 1996 se identifican 928 víctimas de masacres en la región.