La comunidad de Puerto Caicedo (Putumayo) mantiene vivas las semillas que dejó el padre Alcides Jiménez Chicangana, asesinado por las FARC-EP en 1998.
Su liderazgo ha sido fundamental para la organización de los campesinos alrededor de las huertas, la economía, la alimentación, la medicina ancestral y la salud.