Para las niñas, niños y adolescentes de comunidades étnicas que pierden a sus familiares, los impactos se complejizan. Al ponerse en riesgo su aprendizaje cultural, la construcción de su identidad también se afecta. Es a través de los cantos, juegos y enseñanzas de los mayores y autoridades tradicionales que las nuevas generaciones reciben el saber de la comunidad. Así narra Diana estas pérdidas, que se mezclan con el dolor por el asesinato de su madre, en Putumayo, cuando ella tenía 3 meses de nacida.