Ser mujer, ser afro, ser indígena, ser gay, ser trans, ser campesino, ser hijo, ser madre…
El exilio implica una ruptura vital, un enorme desarraigo y un empeoramiento de las condiciones de existencia, en particular, para los pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y campesinas, personas LGTBIQ+, mujeres, niños y niñas.Irse forzadamente del país afecta de manera diferencial a las poblaciones vulnerables, aquellas que históricamente han sido desprovistas de garantías para el goce pleno de sus derechos en Colombia y, que en el exilio, esta condición se mantiene o empeora.