El corredor Sur Occidente de Colombia está trazado por el curso del río Putumayo que delimita la frontera sur del país. Comprende los departamentos de Putumayo y Amazonas: Puerto Asís, Puerto Leguízamo, La Hormiga, San Miguel, Puerto Guzmán; y los corregimientos de El Encanto, Puerto Arica, La Chorrera y Tarapacá respectivamente. Este territorio está interconectado por los ríos Caquetá, Putumayo y Amazonas, facilitando la conexión de la región amazónica por vía fluvial, aérea y terrestre con los países fronterizos de Ecuador, Perú y Brasil.
Para 2018 en el Putumayo vivían alrededor de 50.694 indígenas pertenecientes a los pueblos Cofán, Siona, Kamentzá, Korebaju, Embera, Inga, Pastos, Muirui-Uitoto, Bora, Awá, Kichwa, Nasa, Pijao, Misak, Quillasinga. En esta zona existen 71 resguardos legalmente constituidos y dos títulos colectivos de comunidades negras.
Algunos de los municipios de Putumayo eran recorridos por miembros de la Organización Prorrom de Bogotá y miembros de las Kumpañy de San Pelayo y Tolima.
En este territorio se dio la explotación de caucho, pieles, madera, minería de oro y petróleo, pero sobre todo se ha expandido la siembra de cultivos de coca para el narcotráfico, lo que generó la creación de laboratorios de pasta de coca, que han sido controlados por diversos grupos armados. El auge de la coca duró desde mediados de los 70 hasta el 2001, cuando el Plan Colombia centró su lucha antinarcóticos en esta región.
Este corredor tuvo presencia de los carteles de narcotráfico, grupos narcoparamilitares, presencia del M-19 en los ochentas, así como la de las FARC-EP, quienes se disputaron el poder en la región y al final obtuvieron el predominio hasta el Acuerdo de Paz en 2016.
Desde el 2021 se han creado grupos ilegales mixtos, integrados por exguerrilleros, ex paramilitares, delincuentes comunes e incluso exmilitares.