La subregión de los Montes de María se puede dividir en tres zonas, de acuerdo con la configuración de su geografía: la zona del río Magdalena y sus sabanas, la zona de montaña y la zona de piedemonte y litoral. En este territorio se encuentran 65 cabildos del pueblo Zenú y 29 consejos comunitarios del pueblo negro. La subregión es también un corredor de tránsito del pueblo rrom: en este corredor itineraban miembros de las Kumpañy de Cúcuta, Girón, Pasto, Sabanalarga, Sahagún, Sampués, San Pelayo, Tolima, así como de las organizaciones Prorrom y Unión Romaní de Bogotá.
Históricamente, su economía se ha basado en la ganadería bovina y cultivos campesinos de yuca, ñame, maíz, arroz, plátano, tabaco, café y aguacate.
Sin embargo, los intereses económicos alrededor de los monocultivos y la minería a gran escala han acabado poco a poco con las economías tradicionales. Asimismo, la Serranía de San Jacinto ha sido utilizada para conducir la producción de alcaloides desde el Sur de Bolívar, el Bajo Cauca antioqueño, el Urabá y la Serranía del Perijá hacia el mar Caribe, con el fin de establecer lugares de acopio e incluso laboratorios de drogas ilegales. El despliegue y desarrollo de frentes de las guerrillas hacia el norte de la región Caribe y, en particular hacia la serranía de San Jacinto, ocurrió por la necesidad de controlar las rentas que permiten la financiación de las estructuras y la consolidación de bases sociales.
Hasta la actualidad el negocio del narcotráfico ha favorecido la permanencia de estructuras armadas y grupos postdesmovilización, principalmente del Clan del Golfo o las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).