El Corredor Río Guaviare en conexión con Venezuela está ubicado en el suroriente del país que divide las regiones de la Orinoquía y la Amazonía. Está conformado por 4 departamentos –Meta, Vichada, Guaviare y Guainía– y 8 municipios alrededor del afluente principal, con presencia ancestral de los pueblos indígenas Sikuani, Piapocos, Piaroas, Puinaves, Curripacos, Cubeos y Jiw, además de población Nükak, desplazada por el conflicto armado.
La población afrocolombiana que habita esta región son personas que llegaron en diferentes procesos de migración: una en los años 40, buscando oportunidades como maestros y maestras en las escuelas públicas y, posteriormente, desplazados como consecuencia de la violencia del conflicto armado de regiones del Pacífico entre 1985 y 2021. Actualmente coexisten 37 resguardos indígenas con título de propiedad colectiva y 5 consejos comunitarios de comunidades negras. Este corredor se conecta por el Río Guaviare, el Río Guayabero y el Río Ariari y comunica la Orinoquía y la Amazonía con la Frontera de Venezuela (Estado de Amazonas).
Con excepción del Vichada, municipios de este corredor fueron frecuentados por miembros de las Kumpañy de Cúcuta, Girón, Pasto, San Pelayo, Tolima y las organizaciones Prorrom y Unión Romaní de Bogotá.
Su situación geográfica convierte a los municipios que conforman esta subregión en un corredor estratégico de movilidad para la realización de actividades ilícitas, entre ellas el cultivo, procesamiento y tráfico de cocaína, explotación ilegal de minerales, tráfico de armas y gasolina.
En este corredor se dieron procesos de colonización dirigida de colonos o campesinos que llevaron a muchos foráneos al territorio, hacia finales de los años setenta. Iniciaron las economías ilegales de siembra, procesamiento, tráfico de coca y marihuana. Para el año de 1980 el crecimiento de la siembra ilícita de coca fue fuente de financiamiento para grupos armados como las FARC y grupos paramilitares. En este corredor proliferó la siembra de cultivos de uso ilícito.
En 1997, y tras la celebración de la Primera Conferencia Nacional de dirigentes y comandantes de Autodefensas Campesinas, los hermanos Castaño, a través de las ACCU y las AUC crearon el Bloque Centauros, el cual sería el bloque paramilitar de mayor incidencia en este corredor, por medio del afianzamiento de diferentes Frentes que tuvieron un período de existencia del año de 1998 hasta el 2004. Desde 1999 hasta el año 2001, se dio un intento de las Autodefensas por apoderarse de los ingresos que reportaba el narcotráfico; por esta razón, el primer objetivo de las Autodefensas, fue dominar los ríos que eran la principal vía de ingreso de insumo ilegal a la zona del Guaviare.